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Noticias Transport Gender Lab

Quito promueve herramientas para reportar el acoso sexual en el transporte público

Cuando en Quito se levantaron las primeras estadísticas sobre acoso sexual en el transporte y el espacio público, se evidenció una necesidad imperante de actuar de manera rápida por una sencilla razón, esta problemática vulnera los derechos básicos de las mujeres y de las niñas a la libre movilidad, el acceso a la educación y a la salud. El 82% de las mujeres encuestadas aseguraba haber sido víctima de acoso sexual en el transporte público, mientras que 91% en el espacio público. Por éste y varios motivos más, el Sistema Metropolitano Público de Transporte fue declarado en emergencia en 2014 por parte del Alcalde de Quito, Mauricio Rodas. Desde ese año, las estrategias emprendidas por la Alcaldía para mejorar el servicio incluyeron una arista que no había sido tomada en cuenta en años anteriores, la de construir un transporte público con enfoque de género y libre de acoso sexual hacia mujeres y niñas. Esta importante tarea la asumió el Patronato San José, entidad encargada de ejecutar las políticas sociales y de género del Municipio de Quito.

Varias acciones de prevención de acoso sexual en el transporte público se han implementado desde el año 2015 las cuales incluyeron, tanto a hombres como mujeres, actores fundamentales en el proceso de transformación de comportamientos. “Nuevas masculinidades” fue una temática difundida ampliamente para romper estereotipos y mejorar la convivencia. De manera simultánea, las paradas del Sistema de Transporte Público Metropolitano fueron escenario de campañas edu-comunicacionales para reconocer la violencia de género, primer paso para el cambio. Más de 3.000 personas fueron capacitadas y 200.000 pasajeros conocieron y se empoderaron de esta primera etapa.

En marzo de 2017, se ejecutó la estrategia de prevención Bájale al Acoso la cual se ha convertido en una acción tangible y efectiva. Esta herramienta promueve la solidaridad y convivencia entre los pasajeros ya que, al ser víctimas o testigos de violencia sexual, se  puede reportar enviando un mensaje de texto gratuito al 6367.

Hasta la fecha, más de 1.400 son los reportes atendidos mediante una llamada de acompañamiento y manejo de crisis. Una apuesta de la Alcaldía por el respeto entre los ciudadanos pero, también, para resaltar el concepto de sanción social a través de un audio de respeto y convivencia que se activa al interior de las unidades de transporte, una vez que se reporta un acto de acoso. El ejercicio de la sanción social propicia la transformación de comportamientos y la generación de espacios de convivencia. Cuando hablamos de la violencia sexual contra las niñas y mujeres en el transporte como una conducta normalizada en la ciudad de Quito, se considera un reto trabajar en la desnaturalización de esta problemática, reto que asume el Municipio de Quito incentivando la sanción social frente a estos comportamientos.

Aparte de la sanción social existe la sanción jurídica que reciben aquellos actos ilícitos que estable el Código Integral Penal, según la normativa nacional vigente. Frente a estos sucesos, Bájale al Acoso brinda una asesoría y acompañamiento legal a las víctimas, que deciden judicializar el caso. Hasta el momento, se han logrado judicializar 43 casos, de los cuales 10 han recibido sentencias condenatorias entre 12 a 38 meses de prisión.

En un año de funcionamiento, Quito se ha posicionado a nivel nacional e internacional por la ejecución de esta estrategia. Actualmente, es una de las ciudades que integra el “Transport Gender Lab”, iniciativa del Banco Interamericano de Desarrollo, un espacio regional para compartir buenas prácticas en materia de transporte y género. Bájale al Acoso está operativa en el 100% en el transporte público metropolitano y en el 80% del transporte público convencional que cubre la zona urbana de Quito. En los próximos meses, funcionará en las zonas rurales con el transporte público inter- parroquial.

Para que la sanción social tenga los frutos esperados, es importante la prevención a través de la educación ciudadana. Por ello se realizaron procesos de sensibilización a más de 4.000 personas –en su mayoría hombres y funcionarios del sistema de transporte– sobre la identificación y el cambio de actitud, para dejar de ver y entender a la violencia y acoso sexual, en el transporte público, como un comportamiento “natural”. Estos procesos de sensibilización se sostienen en el tiempo y para los siguientes meses se incorporará un curso virtual para los más de 1.900 funcionarios de la empresa que opera el Sistema Metropolitano de Transporte donde se incluyen operarios, conductores y recaudadores, sobre la prevención de la violencia de género.

El reto de la ciudad de Quito de incluir el enfoque de género en todos los ámbitos de transformación está siendo aplicada desde la planificación y el diseño del primer Metro de Quito. Este proyecto pionero en la incorporación de la perspectiva de género cuenta con el apoyo técnico y financiero del Banco Mundial. El Patronato San José trabaja para hacer realidad esta iniciativa que incluye:

  • Empleo para mujeres en áreas directivas, administrativas, técnicas y operativas (cargos no tradicionales).
  • Sensibilización a funcionarios del sistema de transporte en prevención y atención de la violencia sexual.
  • Infraestructura inclusiva y sensible al género.
  • Empoderamiento de mujeres en la prevención y denuncia de violencia y acoso sexual.
  • Campañas de edu-comunicación para prevenir el acoso sexual. En el año 2017 se implementaron las primeras acciones de sensibilización a los constructores del METRO en los principales frentes de obra. El proceso contempló la participación de más de 1.500 hombres que trabajan en las labores de construcción del METRO para visibilizar las diferentes formas de violencia sexual hacia las mujeres y prevenir el acoso en el espacio public.

En el año 2017 se implementaron las primeras acciones de sensibilización a los constructores del METRO en los principales frentes de obra. El proceso contempló la participación de más de 1.500 hombres que trabajan en las labores de construcción del METRO para visibilizar las diferentes formas de violencia sexual hacia las mujeres y prevenir el acoso en el espacio público.

Sin duda, Quito ha dado grandes pasos en materia de prevención de la violencia de género y la construcción de una ciudad con igualdad de oportunidades. Estas estrategias y acciones concretas han sido reconocidas en los últimos años a nivel local e internacional, aterrizadas en acciones concretas que responden a las necesidades del día a día de los ciudadanos.

 *Escrito por María Fernanda Pacheco, Presidenta del Patronato Municipal San José de Quito