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MTT Chile presenta resultados de estudio realizado con el apoyo del Transport Gender Lab

El estudio afirma que entre las principales ventajas de la incorporación de mujeres figuran mejoras del clima laboral, una menor tasa de accidentabilidad, disminución de la agresividad y un mejor trato con los usuarios. La ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, destacó la valoración que han hecho todos los actores de un rubro fuertemente masculinizado.

 

Santiago, 17 de mayo de 2019.- El ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, en conjunto con el Directorio de Transporte Público Metropolitano y el Transport Gender Lab del BID, presentó los resultados del estudio “Inclusión Laboral Femenina en Labores de Conducción del Sistema de Transporte Público de Santiago”, que reveló importantes beneficios de la incorporación de mujeres a un rubro caracterizado históricamente por su fuerza laboral masculina.

El estudio, desarrollado por la consultora Inclusión y Equidad en el marco del convenio suscrito entre el MTT y el Transport Gender Lab del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tuvo como objetivo reconocer los efectos de la incorporación paulatina de mujeres al campo de la conducción en el transporte público metropolitano y evaluar el impacto de la política de inclusión de mujeres en los distintos actores del sistema. Adicionalmente, el estudio buscó identificar aquellos factores que han facilitado la incorporación de nuevas conductoras, y las barreras que hasta el día de hoy impiden que más mujeres opten por desarrollarse en esta profesión.

Al respecto, la ministra Hutt señaló que “en 2014, el Sistema de Transporte Público de Santiago contaba con un 1,5% de mujeres en labores de conducción y a diciembre de 2018 la cifra ha aumentado a 5,4%, contabilizando 950 conductoras. El crecimiento ha sido de 1% anual y a ese ritmo demoraríamos 45 años en igualar al número de conductores, lo que nos obliga a tomar medidas para disminuir la brecha”.

“El objetivo principal de este estudio es analizar el impacto que ha tenido la incorporación de mujeres al campo de la conducción en el transporte público y los resultados son muy alentadores.  La mayor participación femenina ha sido muy bien valorada por todos los actores y se traduce en una menor tasa de accidentabilidad que los hombres, mejoras del clima laboral y comunicación, disminución de la agresividad, mayor y mejor higiene de las máquinas y un mejor trato con los usuarios. Los operadores les reconocen su buen desempeño, su disposición de aprendizaje y un fuerte compromiso con el trabajo”, señaló la ministra Hutt.

Entre las diversas acciones impulsadas por el MTT para fomentar la inclusión de conductoras en el transporte público destacan la premiación anual a los Mejores Conductores y Conductoras, la difusión de cursos de conducción a través del Sence, a los cuales pueden optar mujeres y principalmente jefas de hogar, permitiéndoles obtener licencia de conducción profesional, y el establecimiento de una Agenda para la Política de Equidad de Género en Transportes. Esta agenda se enmarca dentro del Plan Nacional de Igualdad entre Hombres y Mujeres 2018-2030, el cual busca potenciar el trabajo intersectorial para instalar la equidad de género en el quehacer institucional y la implementación de políticas públicas que la promuevan la inclusión laboral femenina en materias de movilidad, accesibilidad, seguridad y eficiencia de los sistemas de transportes.

¿Cómo atraer más mujeres a la conducción de transporte público?

Tanto los actores de las empresas como las mujeres entrevistadas en el estudio señalan que uno de los aspectos fundamentales en el ingreso y retención de conductoras son las condiciones salariales. Las conductoras valoran la estabilidad y seguridad de un contrato, así como la posibilidad de incrementar su sueldo en base a horas extra cuando lo requieran. Otro de los aspectos que las mujeres indicaron como facilitador para mantenerse en el trabajo es tener buenos procesos de inducción que permitan realizar prácticas en los buses y conocer los recorridos antes de trabajar de manera comercial. Casi la totalidad de las conductoras entrevistadas para el estudio se refirieron a que les gusta el trabajo que realizan, en el sentido que disfrutan conducir, estar al aire libre y al mismo tiempo, se sienten realizadas por desempeñarse en un rubro poco tradicional.

“A mí me gusta manejar, eso es lo que me deja contenta. Además que he logrado mis cosas, me he comprado auto, estoy proyectando ya para comprar casa el próximo año, tener mis cosas. El poder tener mis cosas y darle a mis niñas lo que necesitan y verlas felices me hace feliz.” Esta es una de las experiencias que recoge el estudio de conductoras que se han incorporado a la fuerza laboral del Sistema de Transporte Público en Santiago.

Las conductoras mencionaron que otros elementos que contribuirían a atraer más mujeres a la conducción en el Sistema de Transporte Público son las condiciones de infraestructura, como por ejemplo el contar con baños y otros espacios diferenciados para mujeres, y la existencia de protocolos para una respuesta eficaz ante episodios de acoso en terminales o situaciones de inseguridad en ruta. Para abordar esto último, la mayor parte de las empresas han establecido jornadas diurnas y asignación a rutas más seguras para mujeres, medida que cuenta también con detractoras, quienes señalan que preferirán tener la misma libertad que sus compañeros respecto a los horarios en que pueden trabajar.

¿Qué barreras experimentan las mujeres en este rubro?

Considerando que las conductoras ejercen en horarios no tradicionales y que muchas de ellas aún tienen hijo/as en edad de dependencia, es fundamental para ellas contar con una red de apoyo que pueda involucrarse activamente en las tareas de cuidado de los/as niños/as. Este aspecto es uno de los más críticos ya que sin ello (aunque existen casos) es muy difícil ejercer este oficio.

Una barrera adicional corresponde a la falta de infraestructura adecuada para mujeres. La ausencia de baños en algunos cabezales, si bien afecta a todos los conductores, representa una barrera mayor para las mujeres que no pueden orinar en cualquier parte. Las malas condiciones en que se encuentran algunos buses (fallas en el timbre, espejos, suspensión, averías de frenos, asientos chuecos, vidrios rayados, etc.) contribuyen a aumentar la sensación de inseguridad. Por último, los dirigentes sindicales indicaron que existe una falta de preparación en las empresas para hacer frente a temas vinculados al acoso sexual, lo que se constituiría como una barrera para la permanencia de las mujeres en la empresa. Distintos actores dentro de las empresas mencionaron el lenguaje grosero y actitudes inapropiadas de algunos conductores como un factor que promueve la retirada de mujeres de este trabajo.

Como Transport Gender Lab creemos que es necesario continuar los esfuerzos públicos que promuevan y orienten una acción decidida e integral en materia de equidad de género. En el caso del Sistema de Transporte Público de Santiago existen varias medidas que ayudarían a enriquecer las acciones que el MTT está llevando a cabo. Es necesario desarrollar una estrategia pública, integral e intersectorial que dinamice y facilite una mayor disponibilidad de mujeres conductoras que puedan ser contratadas por las empresas.

 

Para participar del Transport Gender Lab debes escribirnos a través de esta página web, contándonos tu experiencia y cómo tu ciudad está trabajando por hacer sus sistemas de transporte público más seguros y convenientes para las mujeres.