II Webinar TGL- Género y Transporte: Los Retos

El pasado 23 de junio se realizó el II Webinar de la red del Transport Gender Lab “Género y transporte: Los Retos” con el reto 1: Inclusión laboral de las mujeres en la cadena de valor en transporte que lideraron Santiago y Jalisco.

Estas fueron algunas de las conclusiones: 

1. Mejorar la calidad de los servicios de transporte implica invertir en el capital humano. Estas inversiones deben venir acompañadas de una mayor diversidad en el empleo. Además, implican no sólo abrir espacios para las mujeres sino considerar su curva de aprendizaje y proveer ayudas económicas para asegurar un ingreso mínimo mientras están completando los cursos.

2. La inclusión de mujeres conductoras en Santiago y Jalisco trajo beneficios directos para ellas que se sintieron orgullosas y empoderadas, atrajo a otras mujeres, mejoró el ambiente laboral de las empresas, pero también mejoró la eficiencia de los vehículos por su cuidado al operarlos, disminuyó la siniestralidad vial, y trajo beneficios económicos a las empresas operadoras.    

3. Las iniciativas de inserción de mujeres en la cadena de valor del transporte van más allá de un programa de inclusión laboral. Deben pasar por incorporar la perspectiva de género dentro de la institucionalidad y en el discurso de autoridades, empresas y prensa. Debe partir de alianzas con socios estratégicos y de articular al sector público y privado para que tengan continuidad en el tiempo. 

4. La comunicación es esencial. Por una parte se debe comunicar lo que salió bien y lo que salió mal en estas iniciativas. Se debe posicionar, además, el discurso de que las mujeres sí pueden, y el efecto demostrativo entre ambos. Por último, se deben visibilizar los desafíos y las oportunidades.

5. Las mujeres deben incluirse en toda la cadena de valor del transporte, desde la planeación, el diseño, la operación, y el liderazgo porque como dice el dicho “el Diablo está en los detalles” y los problemas de género los conocemos las mujeres.

6. Los principales retos para incluir a las mujeres en la cadena de valor del transporte pasan por profundizar la igualdad de género en todo el sector, lograr una institucionalización de la perspectiva que trascienda a los gobiernos de turno, y adjudicar presupuesto constante en la materia . La presión social pública ha ido promoviendo un discurso de igualdad que ha venido calando en las instituciones. Además, la promoción de alianzas estratégicas con socios incluso de la sociedad civil y nueva normatividad han fortalecido la institucionalización de la perspectiva de género. Los problemas de presupuesto se han ido superando con mayor institucionalización de la perspectiva de género y mostrando los beneficios concretos de incluir a mujeres en el sector.